Os acercamos la historia de una de las familias del foro, una familia monoparental que, después de una paralización de la idoneidad y el cierre del país escogido, se ha formado a través de la adopción.
Una adopción guiada por el destino
Mi aventura adoptiva comenzó en julio de 2007 con la presentación de una
solicitud para adoptar como monoparental en Panamá a través de ADECOP.
Tras realizar los cursos y entrevistas, la resolución del equipo que me
evaluó fue que no era idónea para adoptar en ese momento, pero que me concedían
la oportunidad de paralizar el expediente e intentarlo de nuevo pasado al menos
un año.
No puedo describir con palabras lo que sentí en ese momento ya que estaba
segura de que yo era capaz de asumir ese reto como la que más. No obstante decidí acatar su veredicto y a principios de 2008 paralicé el expediente.
En septiembre del mismo año se confirmó que Panamá cerraba la posibilidad
de adoptar a familias monoparentales, con lo cual se me planteaba un doble
problema: Por una parte no me consideraban idónea y por otra uno de los pocos
países a los que podía acceder como monoparental me acababa de cerrar sus
puertas.
Estuve mirando nuevos países pero era francamente difícil encontrar un país donde no me pusieran demasiadas trabas. Buscando y buscando me encontré de
repente un día con la noticia de que ADECOP acababa de ser acreditado para
tramitar en Vietnam. Inmediatamente me puse en contacto con ellos y me
confirmaron que en principio no había pegas y además se estaban asignando
bebés.
Sin pensarlo dos veces a finales de año decidí reabrir el expediente
solicitando además el cambio de país a VIETNAM y el cambio de equipo evaluador. A mediados de marzo de 2009 me llamaron para pasar de nuevo las entrevistas y
en este caso no hubo ningún problema y en el mes de junio me confirmaron por escrito que era idónea.
Tuve que esperar más de un año (hasta mayo de 2010) para poder firmar con
la ECAI, pero a partir de ahí todo fue rodado.
A mediados de junio mi expediente llegaba a Vietnam y en apenas un mes lo registraban en el Departamento de Adopciones Internacionales y me asignaban
la provincia de Binh Thuan en la costa sur del país.
El 29 de octubre, transcurridos apenas tres meses, me llamaron de la
Conselleria de Benestar Social para decirme que me habían asignado una niña de
8 meses.
Entre lágrimas lo comuniqué a mi familia y el día siguiente pudimos ver su
carita al menos en foto.
Parecía que ya estaba todo claro, pero quedaban todos los preparativos del
viaje.
A mí se me hizo eterno, pero en realidad fue apenas un mes de espera y el 5
de diciembre de 2010 (no el 4 como teníamos previsto por culpa de la famosa
huelga de controladores) volaba acompañada por mi padre y otras cuatro familias
a recoger a mi niña.
Llegamos a Ho Chi Minh City el día 6 por la noche y el 7 por la mañana
partimos en microbús hacia Binh Thuan donde comimos e inmediatamente fuimos a
visitar a los niños en el orfanato. Mi pequeña no dejaba de llorar, pero daba
igual: por fin podía abrazarla y besarla. El 8 de diciembre de 2010 es un día
que nunca olvidaré. Por la mañana temprano se celebró la ceremonia de entrega y
desde entonces somos madre e hija para siempre.
La adaptación fue genial y su estado de salud era bueno a pesar de que era
más pequeña y pesaba menos de lo normal para su edad.
Pasamos una noche más en Binh Thuan y regresamos a Ho Chi Minh para hacer
el pasaporte de los niños. De allí volamos a Hanoi donde teníamos que conseguir
el visado de la embajada española. Total que el 22 de diciembre nos tocó la
lotería y volamos hacia Madrid donde nos esperaba parte de la familia y de ahí
en coche hasta nuestro pueblo en Valencia en donde nos esperaba el resto de la
familia con flores, globos y regalos.
En un par de meses mi pequeña cumplirá los 3 añitos y cada día le doy las
gracias al primer equipo que me valoró por no darme la idoneidad. Mi niña no me
esperaba en Panamá sino en la otra punta de mundo, en Vietnam, un país que me
ha dado lo mejor que tengo en esta vida.
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qué bello!! bendiciones!!!
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