16/5/14

llenando el vacío con la necesidad de agradar

Muchas personas adultas, que fueron adoptadas, hablan de su necesidad de agradar a los demás para sentirse ellos mejor. Algunos hablan de épocas concretas (niñez, adolescencia) en las que sentían esa necesidad, otras siguen sintiéndola.


Estas actitudes responden a su miedo al rechazo. Ya que fueron en su momento rechazados por sus progenitores pueden pensar que van a serlo siempre por otras personas. Suelen pueden presentar una hipersensibilidad a los comentarios de los demás y a vivirlos como una crítica. Atienden exageradamente a las señales de los demás respecto a la posibilidad de que les  aprueben  o no. Necesitan sentirse queridos por todos y en todo momento y hacen lo posible por conseguirlo incluso pasando por encima de sus propias necesidades.





Antes que comenzara mi búsqueda de mi familia biológica - la búsqueda de mis raíces - mi vida había estado llena de altibajos. mientras buscaba a mi madre biológica, empecé a pensar en los motivos por los que había tomado ciertas decisiones en mi vida; decisiones que alteraron negativamente mi vida. Empecé a buscar vínculos entre el hecho de haber sido adoptada y mis malas decisiones.

Busqué y busqué, y únicamente me acerqué a pequeñas chispas de posibles conexiones. Nada concreto que decir cómo "ESTA es la razón por la que podría haber hecho eso". Hablé con un consejero sobre las posibles conexiones, y me dijo que podía existir alguna. Pensé que podía esbozar mis pensamientos para aquellos adoptados que estén buscando respuestas a sus opciones en la vida. Estas opciones pueden tener relación con la adopción o quizás no. Cada uno puede sacar sus conclusiones a partir de sus experiencias.

Cuando era una niña pequeña deseaba agradar a la gente. Especialmente a aquellos que me querían y cuidaban. Recuerdo muchas veces poniendo mis platos en el lavavajillas, limpiando la cafetera, y luego contando a mis padres lo que había hecho. Ansiaba que me alabaran. Era muy pasiva. Hacía todo lo que mis padres querían que hiciera.


Mi mamá me apuntó alas chicas guía (Girl Scouts). No me gustaba pero no quería que mi madre se molestara, así que me quedé. Yo fui la hija que no hizo nunca nada mal. Hasta que cumplí 17. Mirando hacia atrás, me pregunto si hay una relación entre la adopción y el deseo de ser alabada por parte de mi familia adoptiva. He leído libros sobre adopción que hablan que establecen que las personas adoptadas tienen un sentimiento de tristeza relacionado con la separación de su madre biológica. El vínculo innato de rompe. ¿Inconscientemente creí que el vínculo entre mis padres adoptivos y yo se había roto también? ¿Es esa la razón por la que quería complacerles siempre?
He echado la vista a tras a mi vida, y hay un patrón definido de momentos en los que he querido complacer a los demás. Incluso a costa de las personas a las que amo. Sentí siempre un vacío en mi vida que no sabía cómo llenar. Un vacío donde mi madre biológica había estado. Siempre recibí atención y alabanzas. ¿No debería esto haber llenado este vacío? Pensé que lo haría, pero no fue así. Siempre busqué la atención y la alabanza, incluidas de aquellas personas a las que debería haber apartado. Tenía una necesidad insaciable de sentirme querida, y esa necesidad se saciaba en ese momento para volver a aparecer poco después.

Aún sigo intentando entender porque tomé las decisiones que tomé. Pero siento que hay una relación directa entre ser una persona adoptada y sentir la necesidad de gustar y ser alabado para poder llenar ese vacío.
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